El Parque Nacional de Chobe es conocido por ser una de las mejores áreas naturales de vida silvestre de Botswana.
Así es que, tras haber visitado Makgadikgadi Pans, partimos de Gweta rumbo a Kasane.
La ciudad de Kasane es precisamente una buena opción para alojarse si se pretende visitar el Parque Nacional de Chobe. Está situada al noroeste del país y se la conoce por ser lugar fronterizo entre las cuatro esquinas que conforman Botswana, Zimbabwe, Zambia y Namibia.
Por la ruta A33 que se dirige a Kasane, se pueden ver elefantes y avestruces entre otros animales. La calidad de la carretera es bastante buena.
Alojamiento en Chobe
Hay varios campings en la zona, incluso dentro del parque. En esta página encontraréis la información necesaria en caso de que la acampada sea vuestra opción.
Nosotros por nuestra parte, llegamos a Kasane y nos dirigimos directamente a nuestro alojamiento, The Old House.
Es un alojamiento de precio bastante asequible. Tiene su propia agencia de viajes, piscina y un restaurante de lo más original.
Nada más llegar, nos ofrecieron un tour que salía en ese preciso momento. Se trataba de un paseo en barca por el río Chobe. Nos explicaron que era fantástico para apreciar la puesta de sol y para observar numerosa fauna. El tour puede ser de entre 1 y 3 horas de duración, y el precio varía según la misma. Los más largos rondan entre 50 y 60 dólares en algunas agencias. Aparte se pagan 10 pulas de tasas.
Contratándolo en nuestro propio alojamiento, The Old House, tal y como podéis ver en esta página, nos salía bastante económico para ser un tour de 3 horas. Así es que dijimos… ¿por qué no? Además, la barca partía del muelle de nuestro propio alojamiento.
La verdad es que este tour terminó convirtiéndose en uno de los puntos fuertes de nuestro viaje por Botswana ¡Fue increíble!
La barca discurría tranquila por el río mientras decenas de animales nos rodeaban por los cuatro costados. Realmente nos daba la sensación de estar inmersos en el rodaje de un documental sobre la fauna africana.
Cocodrilos e hipopótamos se refrescaban compartiendo territorio.
Las jirafas bebían con sus crías en la orilla.
Los babuinos también se acercaban al río Chobe para aplacar su sed.
Algunas aves secaban sus alas sobre las ramas…
… y otras acechaban a sus posibles presas desde las orillas.
Una gran manada de elefantes hizo su aparición. Algunos de ellos cruzaron a la otra orilla en busca de nuevos pastos.
Un enorme varano africano tomaba el sol sobre las rocas.
Cuando el sol empezó a esconderse nuestra barca puso rumbo de vuelta al alojamiento. El regreso lo hicimos en silencio, disfrutando de un momento mágico, con el cielo rojo de África sobre nuestras cabezas.
Al día siguiente nos levantamos temprano para visitar el Parque Nacional de Chobe. El Parque se puede recorrer perfectamente en coche por buena parte de su territorio.
Las tasas de entrada al parque son de 120 pulas por adulto extranjero, 60 pulas los menores de entre 7 y 18 años y gratis para los niños menores de 7. A esto hay que sumar 10 pulas por el vehículo de peso inferior a 3500 kilos.
En esta página podéis encontrar información oficial del parque.
Empezamos a recorrer el parque con nuestro cochecillo. Recordemos que se trataba de un 4×4 de poca potencia, por lo que no estaba preparado para lugares demasiado abruptos.
Afortunadamente se puede recorrer gran parte del parque sin mayores problemas que algún banco de arena no muy difícil de esquivar. No obstante, la velocidad siempre debe ser reducida puesto que sin más aviso cualquier animal puede cruzarse en el camino.
Llegamos a un pequeño remanso a orillas del río. Allí paramos nuestro coche y disfrutamos de las vistas.
Manadas de antílopes disfrutaban de los pastos frescos junto a las orillas del río Chobe.
Permanecimos un buen rato disfrutando de la panorámica antes de continuar ruta.
A lo largo de nuestro camino volvimos a encontrar numerosos animales.
Búfalos, springboks, cebras, hipopótamos…
…jirafas, gacelas…
…y todo tipo de aves.
Desde águilas africanas hasta buitres, las ramas de los árboles de Chobe son todo un vecindario.
Y no solo las aves habitan los árboles de Chobe. Los babuinos aparecían por doquier haciéndonos permanecer alertas, ya que estos primates no suelen ser para nada amigables.
No pudimos resistirnos a echar otra ojeada al río…
…que siempre deparaba sorpresas…
…y nunca dejaba indiferente.
Tras la visita al Parque Nacional de Chobe, regresamos a Kasane donde devolvimos el coche que había sido nuestro compañero de aventuras y desventuras por Sudáfrica y Botswana.
Habíamos elegido proseguir desde Kasane hacia Victoria Falls (Zimbabwe). Para ello habíamos pensado ir en autobús, pero al ser cuatro personas nos mereció la pena quedar con un taxista para que nos cruzara la frontera. No obstante, el servicio de autobuses regulares de Botsuana es bastante bueno. Los hay que cruzan a ambos lados de las Cataratas Victoria, pero también los hay a Sudáfrica, Namibia y múltiples destinos de Botsuana.
Quienes quieran continuar viaje pero ya hayan visitado las Cataratas Victoria, pueden dirigirse hacia Namibia, otro país absolutamente indescriptible. Podéis averiguar más sobre el tema en mi guía «Namibia, la gran desconocida».
Proseguir ruta por el propio parque de Chobe hacia Savuti nos conduciría hasta Moremi y el Delta del Okavango, por lo que las opciones existentes son de lo más variadas.
Por nuestra parte, tras haber pasado un memorable día en Chobe y haber devuelto el coche, nos dirigimos a descansar a nuestro alojamiento.
Al día siguiente nos esperaba otro destino irresistible. Las Cataratas Victoria.
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