ANTANANARIVO, ALIAS TANA

Habíamos dejado para el final la visita de la ciudad de la que partía nuestro vuelo de regreso a casa. En el caso de Madagascar, era desde su capital, Antananarivo.

Tip: Si hacéis esto que acabo de deciros, evitaréis que imprevistos de cualquier tipo os hagan perder vuestro vuelo internacional de regreso. De esta manera, ya estaréis en vuestro lugar de despegue al menos un día o dos antes. O los que hayáis decidido dedicarle.
Antananarivo

Antananarivo, vistas de la ciudad

Con su millón y medio de habitantes, es la mayor ciudad del país. Su ubicación es estratégica, ya que se encuentra aproximadamente en el centro de la isla.
Como sucede con muchos nombres propios palabras malgaches en general, son tan largas que terminan siendo acortadas por la población. Así, en el caso de Antananarivo, la ciudad recibe generalmente el nombre de Tana.
Antananarivo

El ganado pasta junto a la ciudad de Tana

Un poquito de historia
Antananarivo se fundó hacia el año 1625 a partir de un fuerte. Justamente Antananarivo significa «la ciudad de los mil», en referencia a los mil soldados que por aquella época se dice que defendían dicho fuerte.
La historia de Madagascar en general y de Antananarivo en particular está fuertemente marcada por sus gobernantes. Los reyes y reinas que dirigieron Madagascar en el siglo XIX pertenecían a la dinastía Merina. 
Antananarivo

Antiguos reyes de Madagascar

En 1849 la reina Ranavalona I (1782-1861) ordenó perseguir y ejecutar a los cristianos que no renunciaran a su religión. Esta reina fue conocida por su aversión a todo lo externo a su país. De hecho, lo primero que hizo tras suceder a su esposo, Radama I, fue destruir todos los tratados internacionales que este había firmado. Quería a toda costa preservar su país de la influencia francesa e inglesa que trataba de filtrarse en Madagascar a través del comercio y la religión. 

Por el contrario, el reinado de Ranavalona II (1868-1883) no hizo sino allanar el camino para la occidentalización y cristianización de la isla. Se construyeron iglesias y escuelas, hubo cierto crecimiento económico y se empezaron a codificar algunas leyes. No obstante, también dieron comienzo los conflictos por la colonización de Francia. 
Antananarivo

Un incendio asoló el conjunto palaciego de Rova en 1995

Pero no fue hasta el 29 de de septiembre de 1895, bajo el reinado de Ranavalona III (1883-1895), que Antananarivo fue conquistada por Francia. 
El 6 de agosto de 1896, la isla de Madagascar fue declarada colonia francesa y Antananarivo se convirtió en su capital. Desde ese momento, la reina Ranavalona III se exilió primero en Isla Reunión y más tarde en Argelia.
Antananarivo

La Reina Ranavalona III fue la última en habitar el Palacio Rova

Pero en el año 1947, el país se levantó contra los franceses en cruentas revueltas que terminaron con la independencia de Madagascar en el año 1960. Antananarivo continuó siendo la capital del Estado de Madagascar.
Hoy en día, Antananarivo es una ciudad relativamente moderna. Numerosos pueblos y religiones conviven en ella. De hecho, cabe destacar la existencia de una iglesia anglicana, una mezquita y una catedral católica. También es Antananarivo la sede de la Universidad de Madagascar.
Antananarivo

Universidad de Antananarivo

El alojamiento
El Hotel Sakamanga tenía buenísimas recomendaciones por parte de otros viajeros, por lo que no nos comimos demasiado la cabeza y fuimos allí directos. Se agradece su piscina cuando se regresa de patear por las calurosas calles de Antananarivo. Tiene un exquisito restaurante pero también un snack-bar junto a la piscina en el que poder comer una hamburguesa o algo de picar.
Antananarivo

El Hotel Sakamanga tiene una excelente ubicación

La ubicación del Sakamanga es bastante céntrica y se puede llegar a muchos lugares andando (a excepción del palacio Rova, que pilla lejos y en cuesta desde casi todos los sitios). 
Tip: El Hotel Sakamanga debe ser reservado con bastante antelación debido al éxito que tiene entre los viajeros. 
Antananarivo

En Antananarivo encontramos excelentes hoteles en relación calidad-precio

La visita
Cuando nuestro vuelo había llegado a Tana 22 días antes, tan sólo lo vimos de paso. Por lo tanto, teníamos mucho que hacer en los dos días que íbamos a permanecer en la ciudad. Para aprovechar nuestro último día de coche de alquiler, decidimos ir esa misma tarde a visitar el Rova.
– El Rova o Palacio de la Reina es una de las visitas imprescindibles en Antananarivo. Al estar situado en la parte más alta de la ciudad, es mejor que si no disponéis de coche de alquiler cojáis un taxi.
Antananarivo

Es imprescindible contratar un guía

En la puerta del Rova, junto a la taquilla, esperan los guías. Es obligatorio contratar uno, y los precios van a partir de los 20.000 ariarys por una o dos personas. La entrada es de 10.000 Ar por cabeza.
Antananarivo

Las vistas de Antananarivo desde el Rova son inmejorables

Al estar en lo alto de una colina, desde allí se pueden observar unas impresionantes vistas de la ciudad. Vuestro guía os señalará los puntos más importantes y la clara diferencia entre algunos barrios de Tana. 
Antananarivo

Desde lo alto se distinguen los diferentes barrios de Tana

Hay unos jardines alrededor del Palacio con alguna pequeña construcción que también tiene su explicación. Pero el Palacio en sí no puede ser visitado por dentro. Sufrió un incendio en 1995 y aún está en fase de reconstrucción.

Antananarivo

Los edificios adyacentes al Rova también tienen su historia

Al día siguiente ya no disponíamos de nuestro querido coche de alquiler, así que nos dispusimos a pasear por la ciudad.
– El Tana Hotel. Como no teníamos el desayuno incluido en el Sakamanga, decidimos visitar este histórico hotel. Un desayuno completo y económico en el céntrico Tana Hotel nos daría fuerzas para patear las calles de Antananarivo.
Antananarivo

El Hotel Tana es un clásico de la ciudad

Además matábamos dos pájaros de un tiro porque justo al lado estaba uno de nuestros objetivos: La Chocolatería Robert.
Antananarivo– La Chocolatería Robert es lugar de obligada visita para los amantes del chocolate. En el paraíso del cacao que es Madagascar, irse sin probar su maravilloso chocolate sería un pecado imperdonable. Elegir entre su extensa variedad de chocolates, bombones y pasteles es todo un deleite.
Aquí os dejo la ubicación del Hotel Tana y la Chocolatería Robert. Hay más de una sucursal en la ciudad, aunque esta era la que mas a mano nos venía en nuestro recorrido. 
Antananarivo

El cacao de Madagascar se encuentra entre los mejores del mundo

– El Lago Anasoy es el parque céntrico más grande de la ciudad. Es un estanque artificial rodeado de jardines y con una isla-estatua en el centro de sus aguas dedicada a los caídos en la guerra. Esta visita no es muy recomendada en las guías de viaje. 
El primer día que llegamos a Tana, el conductor de nuestro coche de alquiler, Rija, nos advirtió que tuviéramos cuidado por esa zona. Cuando fuimos a pasear por sus alrededores el último día, hay que reconocer que nos decepcionó un poco, ya que todo estaba bastante sucio y descuidado.
Antananarivo

Hay que ser precavido en algunas zonas de Tana, como el Lago Anasoy

Cuando quisimos pasar a la isla central, unos chicos trataron de sobornarnos para permitirnos el acceso. Al igual que ellos, más grupos de jóvenes ociosos rondaban por la zona. Tal vez podáis sentiros algo intimidados, aunque nosotros la verdad es que no tuvimos ningún problema. Tampoco nos cruzamos con ningún otro viajero. Decidimos ver el islote y el monumento desde la orilla y no sucumbir al soborno.
Antananarivo

Lago Anasoy al anochecer

– El Mercado de Analakely. Desde la Plaza de la Independencia, donde se encuentra el palacio presidencial, se descienden unas escaleras que desembocan en el Mercado de Analakely. Este recorrido es otro de los «must» de Tana. Hay muchísimo ambiente. Entre puestos y vendedores encontramos auténticas curiosidades.

Había unas furgonetas aparcadas que se dedican a arreglar todo tipo de cosas. Me llamó la atención que en una de ellas ponía «Manolo». Le pregunté al chico y me dijo que en malgache significaba «que arreglaba todo». Literalmente quiere decir «reemplazar». La furgoneta por dentro era todo un taller. ¡No faltaba de nada!

Tip: Como en todos los lugares con aglomeraciones, sed precavidos con vuestros objetos de valor. Os recomiendo que leáis mi post «Seguridad en Madagascar». No obstante, nosotros disfrutamos de un día de lo más tranquilo.

Si sois de los que os gusta visitar monumentos podéis añadir a esta lista el Palacio de Justicia, la Estación de Soarano, la Iglesia de Amboninampamarinana y el Museo Palacio de Andafiavaratra.

A nosotros, tras visitar también algunas tiendecitas de recuerdos, el calor nos expulsó directamente hacia la piscina del hotel.

Al día siguiente, y con una mezcla de pena y cansancio, nos dirigimos al aeropuerto para regresar a casa. 

Esperamos volver algún día. 

Veloma Madagasikara !!!

Adiós, Madagascar !!!

 Capítulo extra: Seguridad en Madagascar

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