Kuching es conocida como la ciudad de los gatos. Pero…¿dónde están los gatos? La verdad es que no vimos ni uno. El gato se considera un animal que atrae la buena suerte, así que lo que si que se ven son múltiples esculturas de felinos repartidas a lo largo de la ciudad.
Las visitas
Callejeando nos dimos cuenta de que hay gran cantidad de centros comerciales. La verdad es que para ser una ciudad digamos mediana, nos pareció un poco desproporcionado el número de Malls existentes, pero bien es cierto que por estas latitudes los centros comerciales son el paradigma del ocio tanto para familias como para pasar el rato con los amigos.
Por la mañana recorrimos el paseo del río, que realmente es el centro neurálgico turístico de la ciudad. Por la zona podréis ver diversas tiendecitas de recuerdos típicos y artesanías.
Después nos perdimos callejeando hasta llegar a un pequeño food-court donde comimos unas cuantas delicias chinas. Parece ser que la población china tiene bastante peso en Kuching.
Al otro lado del río también hay algunos lugares de interés que visitar. Obviamente esto depende de los gustos, pero nosotros que adoramos los jardines botánicos decidimos visitar el orquideario que hay al otro lado del río.
Continuando por la misma zona, llegamos a nuestro destino final, el DBKU Orchid Garden. Se paga una pequeña entrada, pero si te gustan las plantas, merece realmente la pena.