«No sé a donde voy, pero sé donde he estado«.
Las matrículas pueden ser una de las primeras cosas que capten tu atención si nunca antes has visitado los Estados Unidos. Y es que el sistema de matriculación de vehículos estadounidense es una especie de competencia por ver qué Estado puede presumir más de sus bellezas y bondades.
Esto sucede en efecto porque la matriculación es competencia directa de cada uno de los Estados. Siendo así, las campañas propagandísticas que despliegan es a cada cual más original.
Por lo general llaman la atención sus colores y sus dibujos, pero también destaca el nombre del Estado y algún tipo de eslogan que identifique al mismo. Por ejemplo: «Arizona, el Estado del Grand Canyon» o «Carolina del Sur, caras sonrientes, lugares hermosos».
Hay muchos tipos de matrícula para escoger, ya que prácticamente casi todo está permitido. Puedes desde poner tu nombre hasta elegir entre modelos con temas ecológicos. También incluir frases de protesta o incluso hacer bromas o juegos de palabras combinando las letras. Algunas de estas matrículas requieren pagar un plus, por ejemplo las que apoyan causas medioambientales o proyectos con fines sociales.
En algunos estados como Florida, la variedad de matrículas de tipo ecologista es infinita. Las hay en apoyo a la conservación de los arrecifes y de las tortugas. También de los pumas, de los manatís e incluso de los tiburones. Y así hasta un largo etcétera.
Además, me gustaría destacar las matrículas que promocionan la adopción de mascotas abandonadas.
Los conductores más narcisistas tienen en Estados Unidos la oportunidad de pasear su nombre por las carreteras de todo el el país. Aunque a nosotros nos siga resultando curioso allí es algo de lo más corriente.
Otro tipo de matrículas que tienen su gracia son las de protesta. En la capital, Washington (distrito Columbia), sus matrículas lucen la frase Taxation without Representation. Es su manera de protestar por ser el único distrito que paga impuestos pero no tiene representantes en el Congreso.
También hay quien refleja su personalidad con bromas o juegos de palabras.
Pero con tal manga ancha en la elección del diseño, era obvio que antes o después aparecerían matrículas polémicas. Estados como Alabama, Georgia o Texas han visto pasear por sus carreteras vehículos exhibiendo la bandera confederada. Junto a ella aparece la frase «Sons of Confederate Veterans». Este hecho ha levantado tal revuelo que ha llegado incluso a la Corte Suprema enfrentando a quienes lo consideran una provocación racista con quienes dicen defender su libertad de expresión. Más de lo mismo con las matrículas pro-vida en contra del aborto. Pero prefiero dejaros constancia de esta otra matrícula que, aunque no destaque por su colorido, me gusta por su contenido.