«He cambiado tantas veces de refugio a lo largo de mi desconcierto,
que me sorprendo confundiendo antros y escombros».
Desconocía hasta hace poco la existencia de un libro de lo más original. Quizás haya quien incluso lo tilde de friki, pero sin duda, si cae en tus manos, no podrás evitar dedicarle un buen rato.
Esto fue precisamente lo que me sucedió cuando estaba curioseando en una librería, hace un par de meses. El libro Váteres, de Lonely Planet, me llamó la atención tanto por su colorida portada como, obviamente, por su título.
El libro expone más de 100 váteres repartidos por todo el planeta. Unos destacan por su original diseño, otros, por su simpática simplicidad.
No pocos de ellos también resaltan por su ubicación en los más insospechados y maravillosos paisajes.
El caso es que, al ir disfrutando con deleite, hoja tras hoja de sus fotografías, caí en la cuenta de algo. Un considerable número de imágenes pertenecían a váteres de Nueva Zelanda. ¿Casualidad? Faltaban menos de dos semanas para nuestro viaje al país de la nube blanca.
De este modo, la idea de aprovechar el viaje para tomar instantáneas de los váteres de Nueva Zelanda más originales empezó a tomar forma.
Por otro lado y en mi opinión, los váteres además de su función práctica proyectan en parte la imagen del lugar en el que se encuentran.
En el caso de los váteres de Nueva Zelanda debo decir que su mantenimiento y limpieza concuerda totalmente con el resto del país. Uno de los países más limpios y cuidados que os podáis encontrar.
Hace apenas tres semanas que regresamos del viaje. Y de él ha nacido este post, recién sacado del horno. Sus fotografías reflejan precisamente el eslogan del libro de Lonely Planet:
«La llamada de la naturaleza nunca tuvo una respuesta tan bella».
Estuve en Nueva Zelanda, e incluso en vateres de bares, centros de información turística, etc se ven carteles anunciando que si falta algo se avise al personal para reponerlo.
Sin duda dice mucho de los habitantes de este pais.
Muy divertido y curioso el post. Y en verdad, si te paras a pensarlo un minuto, el estado de los váteres de un país debe ser de los mejores indicativos del mismo. Parece mentira que de algo tan prosaico como necesario resulten cosas tan chulas como las que se ven en estas fotos. Me encantan tus post.
Gracias Miriam, encantada de que opines como yo respecto a la imagen que los baños proyectan de los lugares a los que pertenecen. Y sobre todo, encantada de que te gusten mis post! 😉