«Olvidamos que el ciclo del agua y

el ciclo de la vida son uno mismo». 

Jacques Cousteau. 

El 22 de Marzo se celebra el día mundial del agua, y es por ello que hoy vamos a dedicarle este post en la sección «Sostenible y Solidario».

Por todos es sabido que el agua es un elemento vital, indispensable en nuestro día a día. No obstante, cuando viajamos cobra todavía más importancia si cabe. 

Ya os he hablado en otras ocasiones de la importancia de hidratarse en los viajes. Esto se convierte en imprescindible en especial cuando visitamos lugares más calurosos de lo que estamos acostumbrados.

Pero quizá no sabíais que el agua es la responsable del 80% de las enfermedades contraídas durante un viaje. Muchísimas personas sufren la llamada diarrea del viajero los primeros días de su periplo por países extranjeros, y a veces incluso en su propio país.

Aunque no se trate de una enfermedad grave, sí que puede ser un inconveniente si nuestros planes eran estar de aquí para allá recorriendo sitios e incluso practicando algún que otro deporte. De hecho, todo lo que no sea estar en un lugar con un baño cerca nos puede dejar de apetecer. Además es posible que lo que empezó como un simple inconveniente se pueda convertir en algo más grave debido a la deshidratación.

Por todos es conocida la solución de beber agua embotellada. Pero esto puede resultar difícil en lugares aislados, caro en según qué países y anti-ecológico en cualquier lugar del mundo. Desde este blog voy a tratar de hacerme eco de diferentes métodos de purificación de agua para ver si así entre todos dejamos menos desperdigadas las botellas de plástico por el mundo. No olvidemos que el reciclaje en muchos países está lejos de ser habitual.

Os voy a proponer algunas soluciones que pueden pareceros interesantes.

– Todo el mundo sabe que hervir el agua elimina los gérmenes. Este método es sencillo y está al alcance de todos. De esta manera se acaba con prácticamente casi todos los microorganismos, pero hay que decir que no con todos. Recordemos que al hervir el agua esta alcanza los 100ºC, y hay algunos microorganismos indeseables que son resistentes a esa temperatura. Como método de emergencia no está mal, pero nunca olvidemos que no tendremos una protección total.

– Katadin es una botella de plástico flexible con un filtro purificador de agua. Gracias a él se puede filtrar el contenido de la botella y conseguir que desaparezcan el 99,99% de los virus, protozoos y bacterias que pudiera contener. La botella también se puede utilizar sin el filtro. Ya sabéis que en este blog no somos muy amigos del plástico, pero hay que entender que el cristal en una maleta o una mochila no es lo mejor. Aquí os dejo el enlace de la botella Katadyn para que le echéis un vistazo. También se venden filtros purificadores sueltos que se pueden aplicar a cualquier recipiente.

– Pastillas purificadoras. A pesar de que este método ya es conocido hace mucho tiempo, sigue sin convencer a todo el mundo. Bien, pues hay que decir que las pastillas potabilizadoras han evolucionado hasta convertirse en una opción real, y no en un método exclusivo para «super-aventureros-intrépidos-perdidos-en-la-selva». Son una buena solución para quien tan sólo esporádicamente necesite estar potabilizando agua.

Existen de diferentes composiciones. Las pastillas de cloro aportan al agua un ligero sabor a lejía, pero siempre serán mejor que las de iodo, que ya se prohibieron hace tiempo en Europa pero que igual las encontráis en tiendas de otros países. Micropur Classic podría ser un buen ejemplo para aguas poco dudosas. Es suave y no aporta sabores raros pero solo elimina las bacterias. En cambio, Micropur Forte elimina bacterias, virus y protozoos. Eso sí, no os libraréis de su fuerte sabor. Ambas son también de la marca Katadin, y si lo preferís se pueden encontrar en formato líquido.  Además, si no soportáis el sabor siempre podréis echar mano de un neutralizador de cloro.

– Purificador de luz UV. Este método es uno de los más novedosos y consiste en una mini-lámpara de luz ultravioleta que elimina todo tipo de micro-organismos. Es ligero, no aporta sabores y su efecto se produce en apenas 45 segundos. Lo malo: su precio y que utiliza pilas o batería según modelo. La marca SteriPEN comercializa varios modelos.

– Desalinizadores. Esta opción no es muy recomendable porque no sirve para agua dulce. A menos que nuestro viaje transcurra constantemente por lugares costeros, nos encontraremos acarreando un artilugio un tanto pesado y con utilidad limitada. Hay de diversas capacidades y lo utilizan principalmente los usuarios de embarcaciones. Aquí podéis ver un modelo de la marca Katadyn.

– Bolsas de agua. Sería un poco raro cargar con bolsas de agua de manera habitual en nuestros viajes. Sin embargo, es un producto que se puede encontrar habitualmente en botes y barcas salvavidas.

Aparte de beber agua, evitar las horas de más calor es un consejo simple pero eficaz para resistir bien el ritmo del viaje y la aventura.