«África, eres preciosa.
Y tocaste mi alma, y por ti moriría de placer.»
La Agencia de Desarrollo de las Naciones Unidas (UNDP), describe Botsuana como «uno de los verdaderos éxitos del desarrollo económico y humano de África». Es por ello que con este post de mi sección «Disfrutando la Naturaleza» pretendo borrar la imagen que tienen algunos países africanos de peligrosos. Una imagen por otro lado basada casi siempre en el desconocimiento.
Botsuana es un país tranquilo. En él encontramos gente sencilla viviendo en pequeñas poblaciones e incluso en lugares aislados. Las carreteras principales son buenas, y por la mayoría de ellas se puede circular con un vehículo convencional.
Botsuana está cubierta en un 70% por el desierto de Kalahari. Junto con la zona húmeda del Delta del Okavango, son dos de los grandes atractivos turísticos del país.
Limita con Sudáfrica, Zimbawe, Namibia y Zambia. ¡Ideal para un viaje combinando más de uno de estos países! y… ¿qué tal una visita a las cataratas Victoria?
La capital de Botsuana es Gaborone, una ciudad ordenada y de calles limpias, lejos de la caótica imagen de otras muchas ciudades africanas.
Botsuana tiene el tamaño de Francia, pero tiene poco más de 2 millones de habitantes. Maun y Kasane son ciudades de renombre, ya que se consideran puerta de entrada a los parques y reservas nacionales.
En 50 años la riqueza de Botswana se ha multiplicado por 100. Esto se debe principalmente a la industria minera y a los encantos naturales del país que atrae turistas de todo el mundo.
La consecuencia directa de este desarrollo es que tan solo una quinta parte de la población se encuentra bajo el umbral de la pobreza. Además, un 90% de los niños están escolarizados al menos hasta los 13 años. Esto supone todo un récord en comparación con otros países de los alrededores.
A pesar de tener una elevada tasa de paro, Botsuana avanza poco a poco. No hay que olvidar que es un país cuya democracia tan solo data 1966, año en que se independizó de Reino Unido.
Botsuana ha conseguido convertirse en un país tranquilo y seguro para el turismo, además de bien preparado para recibir viajeros. De hecho, en 2016 fue nombrado por Lonely Planet como «mejor país para viajar».
Ahora bien. Al igual que sucede en otros países colindantes, como Namibia, Botsuana está bastante enfocado al turismo de lujo. No obstante, con una planificación previa encontraremos alojamientos enfocados a todos los bolsillos.
Los viajeros europeos no tienen que ponerse ninguna vacuna obligatoria, un obstáculo menos para poder pasar unas vacaciones inolvidables en un destino muy especial. Si duda alguna viajar a Botsuana será una experiencia para recordar toda la vida.
Si quieres ideas para viajar por tu cuenta, visita la página «Botswana en coche»