«Una búsqueda comienza siempre con la suerte del principiante
y termina siempre con la prueba del conquistador».
Tantas horas en trenes, coches, aviones… ¿qué sería de los viajes sin música? Es por esto que cada poco tiempo trato de engrosar la lista de canciones de esta entrañable sección que es «Viajar con Música». Desde el pasado hasta la actualidad, vamos rememorando esos temas míticos que nos empujan irrefrenablemente a hacer la maleta.
Hoy la sección va dedicada a un grupo, de los de siempre. Un grupo que después de más de tres décadas sigue emocionando con sus canciones poéticas. Fundado por los hermanos Urquijo, Los Secretos fueron uno de los grupos adalid de la movida madrileña en los años 80, habiendo conseguido mantenerse en la cresta de la ola hasta nuestros días. Su época dorada fue en los años 90 gracias a sus fantásticos álbumes Adiós, tristeza y Cambio de planes.
Pero en 1999 el destino les deparaba un complicado trance. El fallecimiento de uno de los hermanos, Enrique, voz y guitarra del grupo, además de magnífico compositor. Con su desaparición el grupo pareció quedar herido de muerte.
Tras este duro golpe, Los Secretos resurgieron de sus cenizas en el año 2000. Y fue gracias a su empeño y al álbum homenaje A tu lado, lleno de excelentes colaboraciones de músicos amigos cercanos. Álvaro tomó el testigo de su hermano Enrique y paso a convertirse en el líder de Los Secretos.
Discos como En este mundo raro del año 2011, y Algo prestado de 2015, han seguido manteniendo en forma a este mítico grupo español. Los Secretos son el ejemplo de supervivencia de una época convulsa en que la droga se llevó por delante a tantos excelentes artistas.
«Buscando» es uno de esos temas que te transportan del sofá al horizonte de un solo salto, de lo cotidiano a lo sublime, de la aceptación de la rutina a la reflexión sobre las inquietudes. Temazo viajero donde los haya.
BUSCANDO
Turista en mi país, amor de contrabando,
extraño en mi ciudad, un náufrago en mi barrio,
porque aún no he podido saber qué voy buscando.
Debí de preguntar en la puerta de al lado,
y no callejear por barrios de pecado.
Entre flores y sueños busqué, sigo buscando.
La cruda realidad, castillos en el aire.
Correr sin descansar por la tierra de nadie,
donde entonces tampoco encontré qué voy buscando.
Qué busco sin parar, qué busco con tanta prisa,
qué espero y si va a venir una vida agitada
o quizás más tranquila.
Cansado de cambiar de solo a solitario,
un brillo de ilusión apaga el escenario.
Mientras veo que el tiempo se va sigo buscando,
sigo buscando, sigo buscando.