«Compartimos la tierra, no solo con los seres humanos,
sino con todas las demás criaturas».
Hoy en la sección «Disfrutando la Naturaleza» vamos a hablar de los beefalos.
Yo jamás había oído hablar de lo que es un beefalo hasta que visité la parte norte del Gran Cañón del Colorado (North Rim).
Fue entonces cuando la curiosidad me llevó a averiguar no sólo qué es, sino también cuales son las repercusiones de la creación de este animal.
Si, si, he dicho creación, y no estoy hablando de Dios precisamente.
El beefalo es un cruce de bisonte americano (conocido como buffalo en Norteamérica) y una vaca. De ahí el nombre beef (ternera) y buffalo (bisonte). Dependerá del tipo de vaca con el que se haya cruzado que el beefalo tenga un aspecto u otro.
Hasta ahí todo bien. Hay animales como las mulas que han sido de gran utilidad al hombre a lo largo de los años y que su cría no ha sido perjudicial en ningún aspecto. Pero ¿qué pasa con los beefalos?
Pues muy fácil. El hombre, como siempre pensando en su comodidad y sin medir consecuencias, comenzó a principios del siglo XX a criarlos.
El precursor de esta gran idea fue en concreto Charles «Buffalo» Jones en el año 1906. Se dio cuenta de que estos animales tenían muchas ventajas para el ganadero. Su resistencia a los climas extremos, su fácil reproducción y su carne baja en colesterol eran las claves del éxito.
Pero claro, como en todo, existen ventajas y también inconvenientes. Y los inconvenientes no tardaron en llegar provocando el abandono de los beefalos y el quebradero de cabeza de quienes se dedican a cuestiones medioambientales.
Por un lado, estos animales tienen comportamientos agresivos, lo que puede poner en riesgo a quienes los críen.
Por otro lado, los terrenos en los que pastan quedan destrozados porque derriban arbustos, comen sin medida y aplastan la tierra con sus revolcones. Allá por donde pasan terminan con el agua, ya que consumen hasta 45 litros al día. Si sumamos a esto que viven en manadas, en poco tiempo pueden llegar a dejar unos terrenos fértiles en casi inservibles.
Cuando visitamos el North Rim, es decir, la parte norte del Grand Canyon, no teníamos ni idea de todo esto. Nos dirigíamos en coche tranquilamente a visitar el Parque Nacional cuando los descubrimos. Al principio de lejos nos habían parecido unas vacas grandes o unos toros. Después, al acercarnos, nos dimos cuenta de que tenían la cabeza grande y peluda. Pensamos que tenían que ser bisontes pero, ¡qué raro! nos los habíamos imaginado enormes y, la verdad, aquellos tampoco eran para tanto.
No le dimos mayor importancia. Arrimamos el coche a un lado de la carretera y sacamos las fotos de rigor. Fue más tarde cuando nos enteramos de que realmente no eran bisontes sino beefalos.
Se calcula que sólo al norte del Gran Cañón las manadas suman unos 600 ejemplares. Demasiados como para que otros animales no tengan que salir huyendo por su propia supervivencia. Esto, por supuesto, equivale a un desequilibrio del ecosistema preocupante.
Tampoco los indígenas de la zona quieren ver rondar a estos animales por el North Rim. Para muchos de ellos esta zona tiene una gran importancia espiritual y los beefalos ya han llegado incluso a destruir algunas de sus ruinas sagradas.
El problema de los beefalos requiere una solución inminente. Especialmente en el Grand Canyon. Allí la población de beefalos crece a una velocidad del 50% al año. Si a esto añadimos que en esa zona no tienen depredadores que les impidan vivir tranquilos y que además está prohibida la caza por estar en terrenos de Parque Nacional, estos animales se multiplican sin medida.
Esperemos que pronto se pueda encontrar una solución a este problema que amenaza uno de los lugares más increíbles de nuestro planeta.
Más post como este en la sección Disfrutando la Naturaleza.
Muy interesante sí el beefalo. Y qué destructivo puede ser el hombre..
Pedazo foto la última!! Qué lugar!!?
No tenía ni idea de que existieran estos animales. Seguramente si me los hubiera cruzado habría pensado que eran bisontes. Muy interesante el artículo, gracias.
Gracias por tu opinión Noski. Me alegro de que te haya parecido interesante.