«El turismo responsable en las áreas naturales conserva el medioambiente
y sostiene el bienestar de la gente local».
El 25 de mayo se celebra cada año el Día de África. La elección de este día en concreto se debe a que es la fecha en que se fundó la organización antecesora de la actual Unión Africana cuya finalidad es reforzar la colaboración entre los países miembros e incrementar su integración política y económica.
África debe de ser obligatoria en la agenda de todo viajero que se precie como tal. No obstante, tanto por la corta trayectoria turística de algunos lugares como por la fragilidad de su ecosistema, el turismo masivo puede terminar en poco tiempo con algunos de los lugares más maravillosos del planeta.
Practicar el turismo responsable en África es de una importancia vital. La gente local y la vida salvaje todavía coexisten en muchos lugares. Esto que turísticamente resulta tan atractivo, acarrea sin embargo conflictos a quienes resultan perjudicados en primera persona.
Es por esto que resulta esencial para quienes viven del turismo, que esta convivencia pueda perpetuarse en el tiempo. Para ello, tanto touroperadores como pequeñas agencias e incluso los viajeros independientes, debemos asumir responsabilidades. Para ello, podemos seguir estas pautas:
* Áreas de actuación para practicar el turismo responsable en África
1- El área social
Para practicar el turismo responsable en África es imprescindible:
– Empoderar a la gente local. Esto se logra cuidando y respetando sus costumbres, su bienestar, su identidad cultural y su modo de vida.
– Ser cauteloso haciendo regalos, en especial a los niños. Esto les crea futuras expectativas y dependencia respecto a los turistas. Si se quiere ayudar es mejor visitar la escuela local u organizaciones de la zona y preguntar en qué se puede colaborar, o entregar allí lo que tengamos para que lo repartan equitativamente o pertenezca a la escuela.
2- La economía
Beneficiar económicamente en todo lo posible a las comunidades locales. ¿De qué manera?
– Si queremos participar y aprender de sus costumbres, podemos hacerlo visitando u hospedándonos en pueblos tradicionales organizados. De este modo, las aportaciones benefician a toda la comunidad.
– Al adquirir souvenirs, debemos fijarnos en que su fabricación sea de origen local y no de importación.
3- El medioambiente
Protejamos la biodiversidad, la fauna salvaje, los paisajes y la vegetación. Son muy frágiles y susceptibles a cualquier intrusión. Algunas pautas para ello son:
– Si vamos a realizar algún tour organizado, es siempre preferible contratarlo con touroperadores o agencias responsables y comprometidas con la conservación.
– No hay que adquirir souvenirs hechos con materia animal o vegetal en peligro de extinción.
– No nos llevemos plantas de su lugar de origen.
– En los encuentros con animales salvajes hay que guardar las distancias para no entrar en su zona de confort. No molestarlos y, por supuesto, no alimentarlos. Encontraréis más información al respecto en mi post «Alimentar animales salvajes a la carta». Si se contratan tours de avistamiento de fauna hay que hacerlo con empresas cuyos guías sigan estos preceptos.
– Evitar la visita a centros de animales en cautividad cuyo objetivo claro no sea la rehabilitación o conservación de los mismos.
– También la vida acuática es molestada al igual que la terrestre. Si contratáis algún tour, tratad de hacerlo con agencias certificadas en temas medioambientales cuyos guías han sido instruidos al respecto.
– Tratemos de no dejar nuestros residuos en lugares remotos. Allí terminarán desperdigados o como mucho enterrados. No nos cuesta nada cargar nuestra basura no orgánica hasta el siguiente lugar que visitemos donde estén más preparados para gestionar residuos.
– Evitemos en lo posible utilizar plásticos. En las zonas rurales no son reciclados. Podemos reutilizar estos envases, especialmente las botellas de agua, ya que en muchos lugares el agua corriente es potable. También podemos recurrir a otros métodos como los que os describo en mi post «El agua en los viajes».
– Utilizar con cuidado los recursos locales, en especial el agua, y no derrocharla.
– No realizar actividades de ocio que dañen la conservación del paisaje Un ejemplo sería la conducción en 4×4 o quads por zonas vírgenes
– Al acampar, instalarse en superficies ya utilizadas con anterioridad. Evitar crear zonas nuevas. No acampar a orillas de los ríos o cerca de una fuente de agua. Nuestra presencia puede disuadir a los animales de acudir a beber. Guardar la comida en recipientes herméticos para evitar que los olores atraigan encuentros inesperados.
– En caso de hacer fogata, hay que utilizar la leña con moderación, ya que en muchos lugares africanos es un recurso limitado. También se puede realizar una fogata de bajo impacto, tal y como explico en el post «No dejes rastro».
Recuerda que cada acción tiene consecuencias. Actúa siempre con respeto y tu experiencia será sublime. Si cuidas de los lugares y sus gentes, ellos cuidarán de ti.