«Solo el amor a la naturaleza, la pasión por la vida y la certeza de que formamos parte de una comunidad total que va desde la más pequeña bacteria hasta el hombre, nos darán fuerza para defender el único hogar que tenemos, un pequeño planeta perdido en una remota galaxia al que hemos dado en llamar Tierra».
Hoy en la sección «Sostenible y Solidario» vamos a conmemorar el Día de la Madre Tierra. Esta celebración internacional tiene lugar el día 22 de abril desde el año 1970, fecha establecida por la ONU a fin de concienciar sobre varios problemas que ya desde entonces venían acuciando a nuestro planeta.
Primer problema de la Madre Tierra, la superpoblación
Se viene avisando desde hace mucho tiempo: los recursos naturales no dan para todos. NO repartidos de esta manera. La forma en que estamos gestionando lo que la Tierra nos proporciona, permite una sostenibilidad equilibrada. La población de nuestro planeta sigue creciendo y, en muchos países, envejeciendo de manera estrepitosa.
Es indudable que la tasa de mortalidad ha descendido increíblemente en las últimas décadas. Los avances médicos en la curación de enfermedades han tenido mucho que ver, pero también la aparición de nuevos tratamientos de fertilidad. La Agencia para El Fondo de Población lucha entre otras cosas contra el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina. Apuestan por la planificación familiar y una correcta información reproductiva.
* ¿Qué podemos hacer? Las soluciones a este problema deben partir principalmente desde las instituciones. Mejoras en la educación, en la planificación familiar… Por lo tanto, nuestro granito de arena en este caso vendrá dado a través del apoyo a partidos e instituciones que propongan este tipo de soluciones.
Segundo problema, la contaminación
El crecimiento de la población genera demanda de producción. Esto deriva en la sobre-explotación de los recursos naturales que desestabilizan el frágil equilibrio biológico del planeta. A problemas como el de la tala masiva de los bosques o la caza furtiva, se han unido otros de nueva hornada. Por ejemplo, la creciente evolución tecnológica ha traído consigo una enorme demanda de Coltán. Esto, lejos de mejorar, ha venido a aumentar los problemas en países ya de por sí empobrecidos y corruptos.
El problema de la contaminación no sólo tiene repercusiones en nuestro planeta, sino también en nuestra salud. Ha quedado constatado que el incremento de la contaminación es directamente proporcional al aumento de las alergias, las patologías respiratorias, las enfermedades cardíacas e incluso algunos tipos de cáncer.
* ¿Qué podemos hacer? Reciclar, no derrochar el agua, no cambiar de móvil cada dos por tres o utilizar dispositivos sostenibles, utilizar la bicicleta o el transporte público, evitar los sprays, utilizar bombillas de bajo consumo, llevar al supermercado nuestras propias bolsas reutilizables o un carro… Y cuando viajamos, no dejar rastro. Cada pequeño gesto cuenta, ya que reducir la contaminación es problema de todos.
Tercer problema, el medioambiente y la pérdida de biodiversidad
Una de las bases primordiales para que el desarrollo de nuestro planeta sea sostenible es la conservación de las especies. Para la supervivencia de estas se hace imprescindible la conservación de sus ecosistemas. Ejemplo claro y muy sonado últimamente, es el aceite de palma.
Está muy bien ponerse triste cuando nos dicen en la tele que los orangutanes están desapareciendo. Después nos olvidamos y cómodamente seguimos haciendo la compra con los ojos cerrados. Efectivamente, el aceite de palma está acabando con el hábitat de los orangutanes. Su producción no es sostenible. Se están sustituyendo los bosques donde habitan estos admirables animales por cientos de plantaciones de palmas. Y el este es tan solo un ejemplo entre cientos. Prácticamente la mayoría de la biodiversidad del planeta reside en bosques tropicales de los países en vías de desarrollo.
Cada vez que un animal, planta o microorganismo desaparece, se rompe un poco más el equilibrio de su ecosistema y, consecuentemente, el del planeta. Además, ¿qué sucedería si la cura de alguna enfermedad estuviera en el material genético de alguna de las especies que se están perdiendo? Estamos destruyendo lo que nosotros mismos YA estamos necesitando.
* ¿Qué podemos hacer? Comprar con conciencia es algo fundamental. Sólo la presión del consumidor puede condicionar a productores y fabricantes. Debemos tratar de no comprar productos que no provengan de un comercio justo o de una explotación sostenible de los recursos.
En nuestra mano está el evitar que el 70% de las especies hayan desaparecido antes de que acabe este siglo. También se puede ayudar haciendo donaciones a la UNESCO, Greenpeace u otras organizaciones que contribuyen con el medioambiente. ¡Ah!, y cuando viajemos, no nos olvidemos de practicar el turismo sostenible y no alimentar animales salvajes.
Desde que se estableció el Día Internacional de la Madre Tierra, cada año se organizan actuaciones de concienciación. Buen ejemplo de estas acciones son las quedadas para recogida de basura, actos reivindicativos como protestas y cadenas humanas, la prolificación de campañas a favor del reciclaje…
Propongámonos a partir de ahora poner algo más de nuestra parte para combatir estos despropósitos y echarle así una mano a nuestra Madre Tierra.