«El desierto es bello. Siempre me ha gustado el desierto.
Puede uno sentarse en una duna, nada se ve, nada se oye y,
Puede uno sentarse en una duna, nada se ve, nada se oye y,
sin embargo, algo resplandece en el silencio…»
El Principito. (Antoine de Saint-Exúpery).
Death Valley o el Valle de la Muerte, es el lugar mas seco y caluroso de la tierra. El secreto reside en parte en su baja altitud, ya que se encuentra a unos 86 metros por debajo del nivel del mar.
En su principal depresión, Badwater, se han llegado a alcanzar los 58ºC. Con suerte, es posible que al visitarlo el termómetro «solamente» oscile entre los 47º y los 48ºC.
El Valle de la Muerte tiene aproximadamente unos 7.800 km2 y se encuentra al sureste del estado de California. Forma parte, por lo tanto, del desierto de Mojave, ocupando concretamente su parte occidental.
El nombre de Valle de la Muerte se lo pusieron los antiguos colonizadores y buscadores de oro que veían en esta franja de tierra un obstáculo a sus asentamientos.
El escaso aire que corre es como el de un secador de pelo, lo cual produce una sensación un tanto agobiante. Pero, aunque nadie pensaría en este lugar como un paraíso, las zonas desérticas también tienen su encanto.
Es por esto que, para quien quiera alojarse unos días dentro del parque, se pueden encontrar habitaciones en Furnace Creek y Stove Pipe. El parque cuenta además con numerosos campings.
En medio de la quietud y la aridez del Valle de la Muerte se encuentra Scotty’s Valley, un castillo rodeado de verdor que fue la fantasía hecha realidad de un extravagante millonario.
Pero la zona más activa del Valle de la Muerte se llama Furnace Creek. Campings, posada, restaurante, tienda y el Museo del Bórax son algunas de las atracciones que ofrece este lugar. También lo que viene siendo el famoso rancho, que sorprendentemente incluye un campo de golf.
En Furnace Creek habitan todavía algunas familias de nativos americanos, concretamente los conocidos como Timbisha Shoshone, que han habitado en este valle desde hace más de 1.000 años.
Death Valley forma parte de la red de Parques Nacionales de Estados Unidos, por lo que posee un Centro de Visitantes, ubicado también en Furnace Creek, y una estación de rangers en el área de Stovepipe.
La visita al Valle de la Muerte puede realizarse en automóvil. La ruta debe incluir paradas en algunos lugares imprescindibles. Uno de ellos es el ya mencionado Badwater, el lugar con mayor depresión del parque.
Otra parada obligatoria son las llamadas badlands, como las dunas petrificadas de Zabriskie Point o el cañón de Twenty Mule Team. En el área conocida como Artist’s Drive encontramos la Paleta del Pintor. Esta es sin duda una de las panorámicas más buscadas por los turistas.
No hay que dudar en hacer un pequeño stop para recorrer la superficie salada de Salt Creek. El mirador de Dante’s View y las Sand Dunes también ofrecen otras dos panorámicas inigualables del Valle de la Muerte.
Otras visitas curiosas son el cráter de Ubehebe y el Devil’s Golf Course. Este último es uno de los lugares más conocidos y visitados de todo Death Valley. El color de la tierra se funde con el de la sal y al fondo, con los minerales.
En el Valle de la Muerte también se pueden encontrar asentamientos históricos. Ashford Mill y Charcoal Kilns son buenos ejemplos de ello. Pero la abandonada mina de Harmony se lleva la palma.
De ella se extraía bórax, un mineral que se compone de ácido bórico, sosa y agua. Se emplea en medicina, en la industria metalúrgica y, fundamentalmente, para aumentar la resistencia del vidrio al calor.
El parque también ofrece recorridos para los amantes del treking. Caminatas como la que conducen al Natural Bridge o al Mosaic Canyon no son excesivamente duras. La dificultad estriba más en las altas temperaturas, por lo que es recomendable hidratarse continuamente.
A estas temperaturas tan elevadas se debe la perpetua presencia de neumáticos medio derretidos a ambos lados de la carretera.
Pero lo que resulta increíble, es que a escasa distancia del Valle de la Muerte se encuentre un lugar como Sierra Nevada. Esta cordillera está situada a unos 130 kilómetros al oeste de Death Valley, y en ella pueden verse nieves perpetuas incluso en el más caluroso agosto.
En Sierra Nevada se encuentra el Monte Whitney, que con sus 4.421 metros de altura es el monte más alto de los conocidos como Estados Unidos Contiguos.
El valle de la muerte es toda una tierra de contrastes cuya visita puede resultar una experiencia única.
Si vais a visitar Death Valley, encontraréis información complementaria en mi
artículo de Destinos Irresistibles: «Death Valley, el lugar más caliente de la tierra».